Explorando el Barranco de Tenegüime en Lanzarote

El Barranco de Tenegüime, ubicado en Lanzarote, es un sendero que ofrece una experiencia única para los amantes de la naturaleza y el senderismo. Este impresionante valle, protegido desde 1994, destaca por su biodiversidad y sus contrastes paisajísticos. Con una longitud aproximada de 8,5 kilómetros, se puede realizar en un recorrido de ida y vuelta que invita a los excursionistas a disfrutar de sus vistas espectaculares.

Para comenzar tu aventura, se recomienda dejar el vehículo en el cementerio de Guatiza y caminar hacia el barranco. A medida que te adentras en el sendero, te encontrarás con una variedad de vegetación que incluye especies como tabaibas, verodes, y lavandulas. La flora de esta zona es sorprendentemente rica, especialmente considerando el ambiente árido de Lanzarote.

Durante el recorrido, podrás observar cómo el agua ha esculpido el paisaje a lo largo de millones de años, creando formaciones rocosas espectaculares. Las paredes del barranco se elevan a tu alrededor, ofreciendo un entorno que parece sacado de otro mundo. La mejor época para visitar es entre marzo y enero, ya que durante la temporada de anidación del guirre, el acceso está restringido.

El sendero es considerado de dificultad moderada, con un tiempo estimado de 1 hora y 24 minutos para completarlo. Sin embargo, es importante estar preparado para algunas secciones donde será necesario escalar pequeñas alturas de piedra. A lo largo del camino, tendrás la oportunidad de descansar y disfrutar de las vistas panorámicas que ofrece el barranco.

En la cima del barranco, el paisaje se transforma en un espectáculo de colores: los tonos ocres de la tierra, el verde de las palmas y pinos, y los destellos rosados de las flores de los verodes. Este paisaje contrastante es un deleite para los sentidos y una oportunidad perfecta para la fotografía.

El recorrido también te permitirá descubrir antiguos terrenos agrícolas, donde aún se pueden ver algunos higos y otros cultivos que prosperan en este entorno. A medida que te alejas del barranco, la ruta se vuelve más accesible, pero siempre mantén la atención en el terreno para evitar resbalones. El sonido de los cernícalos que vuelan sobre tus cabezas añade una melodía natural que acompaña tu caminata.

Si buscas un lugar donde descansar después de tu aventura, La Tasca de Lita en Guatiza se presenta como una opción ideal. Allí puedes disfrutar de una deliciosa comida local y reponer energías tras la caminata.

Es fundamental recordar que el barranco es un entorno protegido, por lo que debes ser respetuoso con la flora y fauna del lugar. La conservación de estos espacios es vital para mantener la biodiversidad de la isla. Al finalizar tu recorrido, puedes darte un chapuzón en las piscinas naturales cercanas de Charco del Palo o la playa de La Garita en Arrieta.

Con un paisaje que combina la belleza natural y la historia agrícola de Lanzarote, el Barranco de Tenegüime es un destino que no debe faltar en tu itinerario. Ya sea que busques tranquilidad, aventura o simplemente disfrutar de la naturaleza, este barranco te ofrecerá una experiencia inolvidable.

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